Espeja, verano 2013

Este verano ha sido el verano de la música y de los amigos… y con ellos he compartido prácticamente toda mi actividad astronómica.

Una de las noches engañé a mi amigo Mané y me acompañó a fotografiar la encina caída. En principio iba para un ratito pero al final casi nos amanece.

Como se puede ver en el tamaño de las trazas de estrellas estuvimos un buen rato.

A los pocos días como agradecimiento (no sólo por acompañarme, sino por ser un gran conspirador positivo) me fui a su huerto, le saque unas fotos e hice un timelapse.

Ya entrado agosto y como viene siendo habitual, nos juntamos en el Aguila en casa de mi amigo Javi y montamos una superfiesta. Allí todos somos músicos y siempre es una gozada poder tocar con el GATO CHARRO. Mi amigo Valen, que volvió al pueblo 27 años después, no se pudo resistir y se cascó unas improvisaciones de esas que limpian el alma.

… y aprovechando que era la noche del 11 de agosto, pues a ver si pillábamos alguna perseida. Hubo suerte.

A la noche siguiente, la noche del 12 de agosto, contemplamos la lluvia de estrellas desde el campo de futbol… como siempre, en el momento que ves una fugaz gorda, ya te vas con buen sabor de boca. Encima de Juanma pillamos una en la foto.

… en fin, todavía nos queda la visita a Cedric.

Saludos

Julio