Estafadores

Hace unos días recibimos un mensaje de nuestro amigo Roberto García comentando (entre otras cosas) que de vez en cuando pasaban personas por el Planetario de Pamplona diciendo que habían comprado una estrella, o una parcela en la Luna. Este tipo de cosas nos indignan sobremanera, ya que es un ejemplo claro de estafa aprovechando la ignorancia del público en general sobre estos temas. ¡Qué bonito! poner a una estrella el nombre de la persona que amas o deseas agradar. Sinceramente tengo que hacer un esfuerzo titánico para contener al monstruo que me sale de dentro…

Hay cientos de páginas que te las venden. Más o menos la cosa va de unos 50 a 200€. Aunque también hay sitios donde alguna persona incauta ha llegado a pagar más de 2500. Te mandan un bonito certificado con las coordenadas de la estrella y comentan que ha pasado a formar parte del registro… del suyo, claro. Si vas a otra de esas webs de timadores y buscas tu estrella no va a tener tu nombre. Ninguna persona profesional, ni aficionada conocerá ese nombre jamás, porque jamás saldrá de ese registro. Si sigues teniendo el capricho, te aconsejamos que te descargues algún catálogo de estrellas (el de Toshimi Taki es genial, y gratuito), elige una estrella, o las que quieras, les pones el nombre que te apetezca, lo imprimes bonito, lo enmarcas… que tendrá por lo menos la misma validez que el de los estafadores.

Ninguna empresa privada puede poner nombres a las estrellas, ni a los accidentes de la luna o planetas. Ni siquiera la NASA está cualificada para hacerlo. La única entidad capacitada es la Unión Astronómica Internacional. Afortunadamente se han mantenido los nombres de algunas estrellas brillantes, principalmente nombres históricos latinos o árabes. Los demás nombres son números o referencias a catálogos. Aunque pueda parecer más frío, desde luego es mucho más práctico. Los nombres de accidentes geográficos de la Luna, etc hacen referencia a personas que han tenido relevancia a nivel científico, histórico, cultural… (y ya fallecidas). Las únicas maneras de que tu nombre aparezca en el cielo es descubriendo un cometa (en cuyo caso llevará tu apellido) o un asteroide (en el que tú propones el nombre).

La Unión Astronómica Internacional en su web hacen una referencia a este asunto https://www.iau.org/public/themes/buying_star_names/

Esperamos que este artículo sirva para quitar la bonita e inútil idea de poner el nombre a una estrella. Si quieres hacer un regalo especial, sal con esa persona a contemplar el cielo. Regálale la Luna o las estrellas… Hay miles a la vista y todas gratis.

Julio Corredera