Este viernes de casi luna nueva no nos pudimos resistir a salir. El frío no hizo mella en nosotros y pude disfrutar de una preciosa noche con Abraham, Mikel y Enrique. Al principio parecía que el cielo no terminaba de abrirse y nos dedicamos a deleitarnos con el trabajazo que ha hecho Abraham con su “nuevo” telescopio.
Cuando se despejó, Iturrieta nos ofreció su mejor cara… un cielo con una claridad extraordinaria y pudimos contemplar la nebulosa Cabeza de Caballo (yo pensaba que era un objeto fotográfico, pero con el nagler de 31 y filtro la cosa cambia), y la nebulosa Roseta con los penachos destacando sobre la nebulosa.
Mikel tampoco se pudo resistir a hacer unas fotos. En concreto un mosaico de la nebulosa de Orión y la Cabeza de Caballo. Como véis, la nieve lo cubría todo y la temperatura de mi coche cuando volvíamos era de -9ºC (y eso que marca algo más de lo real). Al día siguiente en las noticias comentaron que la mínima de Euskadi fue precisamente en Iturrieta con -12.
Como últimamente ando un poco picado con la fotografía nocturna tenía que aprovechar el paisaje tan espectacular. Desde luego una noche inolvidable.
Julio Corredera