En primavera decidí dar el salto desde la canon EOS 400D con la que hasta ahora había realizado mis fotos a una CCD monocroma. Concretamente a una ATIK 383L y rueda portafiltros.
Las CCD monocromas son más sensibles que las cámaras normales y disponen de efectivos sistemas de refrigeración ( a -20ºC, por ejemplo) que ayudan a controlar muchísimo el ruido térmico de los sensores digitales.
Pero a cambio, si queremos obtener fotos en color hay que realizar la misma foto a través de tres filtros (rojo, verde y azul) para luego componer la tricomía y obtener la foto en color.
Durante este principio del verano estoy probando a fondo la cámara, practicando con la obtención de datos a través de diversos filtros y con la forma de integrar todos esos datos entre otras cosas. Todavía tengo que procesar todos esos datos, pero no he podido evitar mostraros alguno de los primeros resultados.
Se trata de la región central de la constelación del Cisne. Es un mosaico de 2×2 fotos para cubrir el campo y encuadre deseado. Está sacado a través de un filtro Halfa que solo permite pasar la luz de las nebulosas de emisión que son las que precisamente inundan la zona. Para cada tesela del mosaico es una única exposición de 1200seg (20 min) Tengo todavía que sumarle los datos a través de otros filtros para obtener una imagen en color y apilar (sumar) más fotos para disminuir el ruido y que se vean mejor los detalles finos de las nebulosas, también tengo que mejorar la construcción del mosaico para que no se vean las “costuras”, etc…. Es decir… ¡que todavía me queda bastante curro!
Un saludo,
Mikel