Durante el mes de julio he tenido la suerte de volver a Espeja, entrañable pueblo de mis padres en la dehesa salmantina. No me he complicado nada la vida y tan sólo he llevado la cámara y el trípode… suficiente para disfrutar del maravilloso cielo que por allí todavía existe. En el mundillo se suele decir que si no disfrutas de la Vía Láctea en una noche sin luna, olvídate de telescopios.
En esta ocasión he juntado dos de mis pasiones tocando canciones de Gato Charro bajo las estrellas…
y haciendo alguna fotografía nocturna como el caño del pueblo
Mientras me dedicaba a molestar a los bichos con mis aullidos hice este timelapse de la Vía Láctea. Aunque no es para echar cohetes, pone de manifiesto la calidad del cielo en el que se pueden ver las estrellas a ras de suelo. Por cierto, Marte y Saturno son las “estrellas” más brillantes.
Saludos
Julio