La noche del 30 de diciembre, aprovechando una de estas numerosas noches despejadas que nos está regalando el anticiclón, Jaime y yo pudimos subir a nuestro lugar habitual de observación para terminar el año 2016 con una sesión de observación de cielo profundo.
Yo llegué pronto para poder montar todo con calma y dejar que el equipo se aclimatara, cosa que con el maksutov me lleva un ratillo. En esta ocasión tenía ganas de probar una nueva configuración. Después de deshacerme de parte de mi equipo, recientemente me he hecho con un refractor acromático de 102 mm con F 5.9 que pretendo usar junto al mak de 180 mm. La idea era montar ambos en la montura altazimutal Giro II-Dx y aprovechar el potencial de dos telescopios tan diferentes para poder tener a la vez los campos amplios del refractor y la visión al detalle que me ofrece el mak. Después de ajustar ambos brazos de la montura para que los dos tubos apuntaran al mismo sitio, el aspecto que mostraba todo el tinglado era este:
Monté el binoviewer y un par de oculares de 23 mm en el refractor, mientras que en el mak alternaba el Panoptic de 35 mm y el UWA de 24 mm. Es curioso observar el proceso de aclimatación de un maksutov. Cuando la diferencia de temperatura entre el tubo y el exterior es muy grande, en la imagen desenfocada de una estrella se puede apreciar claramente una pluma térmica rectilínea, como si fuera la manecilla larga de un reloj. A medida que las temperaturas se igualan, la pluma progresivamente deja de ser recta, empieza a oscilar y se va acortando hasta desaparecer. Para observaciones a bajos o medios aumentos no importa mucho no llegar a este punto de aclimatación perfecta, pero si pretendes hacer planetaria a altos aumentos (250-300x), la aclimatación es crítica.
Mientras el mak se iba aclimatando me fui dando unos paseos con el refractor y el bino por objetos emblemáticos del cielo de otoño e invierno: M-31, M-33, cúmulo doble, espada de Orión, Pléyades…Sé que son objetos típicos que hemos visto mil veces pero es que es increíble observar estos objetos con los dos ojos, parece que fuera una visión diferente a la que estamos acostumbrados cuando miramos habitualmente por un solo ocular. Me gustaron especialmente M-31 (enorme!!!) y el paseo que me di por el cinturón y la espada de Orión. El mirar por los dos ojos te da una sensación de inmersión y comodidad que no se puede superar con la visión monocular…
Galaxia de Andrómeda (imágenes laotramitad)
Doble cúmulo de Perseo
Con el mak ya aclimatado volví a repasar estos objetos alternando bajos/altos aumentos con tan solo girar la cabeza entre ambos telescopios. QUÉ GOZADA Y QUÉ SENCILLO poder tener una visión binocular global o meterte a fondo en un objeto sólo con mover la cabeza de un tubo a otro.
Otros objetos de la noche fueron M-1 (Nebulosa del Cangrejo en Tauro), NGC 2392 (nebulosa del Esquimal en Géminis), NGC 2237 (nebulosa Roseta en Monoceros, muy chula con el filtro NPB) y su cúmulo abierto asociado NGC 2244, el conjunto de M-35 y NGC 2158 en Géminis.
M35 y NGC2158
Nebulosa Roseta
Después de estos me centré en dos zonas muy ricas en cúmulos abiertos: la zona alrededor de la estrella α-Persei y el interior de la constelación de Auriga. Respecto a la primera he de decir que me encantó el cúmulo abierto NGC 1528. En cuanto a la zona de Auriga, es una chulada darse un paseo por sus tres Messiers (M-36, M-37 y M-38) para acabar en la zona en la que se localiza la nebulosa Flaming (IC-405). Es un campo muy rico en estrellas, cúmulos abiertos y nebulosas. En esta ocasión no he conseguido observar la Flaming, pero recuerdo noches de mucha transparencia en las que sí pude observar la parte brillante de esta nebulosa con el refractor de 152 mm y el filtro NPB. Aun así, solo el paseo por esta zona ya merece mucho la pena.
Eran las 10:30 de la noche y la temperatura del coche marcaba la friolera de -5ºC. Para muestra del frío que hacía aquí dejo la foto de cómo acabó el refractor:
A esas horas Jaime y yo andábamos haciéndonos unas fotos para inmortalizar la última observación del año y para cuando nos dimos cuenta, en cuestión de minutos, nos rodeaba un banco de niebla!!! Así que tocó recoger los trastos y marcharnos al calorcito de casa, pero no ha estado nada mal para matar el gusanillo y despedir astronómicamente el año 2016. Esperemos que el 2017 sea propicio para nuestra afición…
URTE BERRI ON DANORI!!!
David Sedano