Desde luego se nos puede criticar por muchas cosas, pero no por arrugarnos ante las malas previsiones meteorológicas. Teníamos prevista una observación lunar y durante el día no pararon las tormentas. Es más, subiendo el puerto de Azazeta podías ver las cunetas completamente blancas por el granizo.
Estaba completamente nublado y de vez en cuando caía alguna gota… pero, al final se abrieron claros y las 60 personas que acudieron pudieron contemplar la luna, sus mares, cráteres…
Desde luego todo un premio a la perseverancia